Mikuni Yanaihara, fundadora del colectivo Nibroll
No olvidar

Desde Kioto, viajo por el tren local que conecta esta ciudad con Osaka para luego de otras 2 conexiones más, llegar a la Universidad de Kiniki, donde Mikuni Yanaihara enseña coreografía.

Después de asistir a la última parte de un ensayo con estudiantes del último semestre de licenciatura en danza, Mikuni me expresa su preocupación en torno al trabajo de las chicas y a la danza en Osaka “… algo pasa que el nivel técnico no logra ser muy bueno en general y no sé por qué… batallo mucho con eso…Osaka es muy difícil, en comparación con Tokio y Kioto, está en un hoyo negro porque no hay apoyos, ni un movimiento escénico fuerte; en Tokio, hay al menos 5 compañías fuertes de danza contemporánea y en lugares como Kioto, hay una muy buena comunicación con el público”.

Caminamos hacia su cubículo, y voy pensando sin embargo, en la importancia del trabajo de Nibroll y Contact Gonzo -ambos provenientes de Osaka- en la escena contemporánea en Japón, ciudad que probablemente es la que más podría “parecerse” a la Ciudad de México, un cierto desorden y bullicio -en la debida proporción japonesa- afines a esta ciudad.

Ya en su espacio de trabajo, Mikuni me muestra fragmentos de la pieza A world y me comenta sobre su fascinación por los juegos de internet: “Saltar en el monitor se ve más grande, siento que mi cuerpo no es real. En estos momentos estoy haciendo coreografía intentando emular esta “aumentación del cuerpo”, como una extensión“.

Nibroll nació en 1997, cuando Mikuni estudiaba en la Escuela de arte cinematográfico de Tokio “yo había tenido estudios previos de danza contemporánea en Osaka, pero era muy difícil vivir de ella y también me gustaba mucho el cine, quería saber más sobre cine” fue ahí en la escuela donde conoció a varios de los otros integrantes de Nibroll, “Al principio, intentamos hacer una película, hicimos de 15 a 20 minutos de ella, pero en ese tiempo el cine era muy caro así es que pensamos mejor ir al escenario, porque era más barato“.

Al año siguiente de haberse formado, se presentaron en el Festival OFF de Avignon, “porque mi hermano pensó que estaría bien ir a Francia así porque sí, no había una razón en particular”.

Let’s Go to Hayashi’s House fue la obra presentada durante un mes en un pequeñísimo teatro de 50 butacas, a las 12:30 a.m.

Y el público iba, no importaba la hora; pero en esa etapa, creo lo más importante fue haber pasado allá un mes completo, porque los integrantes -que no venían de la danza- se dieron cuenta que las transformaciones en torno al cuerpo y el movimiento que iban sucediendo día a día, no había una jornada igual, en cambio luz, video, etc. sí… eso le ayudó mucho al colectivo entender la escena”. 

A partir de entonces Nibroll floreció con un trabajo prolífico y multidisciplinario, ya fueran piezas comisionadas o colaboraciones, presentándose en espacios como el Museo Metropolitano de Fotografía de Tokio (2005) y la Trienal de Aichi (2010) y BanKart en Yokohama. Nibroll ha sido de las pocas compañías que en casi 20 años ha podido continuar como tal, probablemente porque desde el principio ha sido una estructura flexible que permite que los artistas tanto colaboren dentro de la compañía, como desarrollen proyectos propios.

Entre 1998 y 2005, hubo un gran movimiento de danza, con mucha audiencia. Después del 2005 bajó, las compañías dejaron de serlo o se hicieron más pequeñas y muchos van solos” me comenta Mikuni.

Si algo caracteriza a esta compañía es la diversidad disciplinaria de sus integrantes, en donde no hay una figura de director o bien “todos lo son” videoartistas, músico, diseñador de vestuario, iluminadores, coreógrafa, bailarines que colaboran para generar obras que ellos pueden llamar “concierto amalgamado, obra, cine en vivo, exhibición de arte”, la categorización de sus proyectos se lo dejan a la audiencia. El interés de Nibroll es tener todo el tiempo una comunicación activa con varios géneros, desde la danza, hasta las artes visuales.

MARIANA. ¿Cómo puede sostenerse Nibroll?

MIKUNI. Mucho se lo debemos a la Saison Foundation y a colaboraciones con proyectos internacionales como con Corea o Vietnam, también cada uno de nosotros tiene proyectos propios y yo doy clases aquí en la Universidad

M. ¿En qué momento se encuentra este colectivo?

MI. Está en un proceso de NO OLVIDAR. En marzo de 2011, Japón vivió lo de Fukushima y tuvimos serios problemas, pero ahora casi todas las personas olvidaron Fukushima y la región de Tōhoku… y nosotros pensamos -hace un largo silencio- porque muchos… al principio no queríamos influenciar o influenciarnos de lo acontecido en Fukushima o en la región de Tōhoku, ya que en realidad no sabíamos nada, hasta que decidimos ir allá e investigar y eso cambió nuestra forma de pensar, nuestra opinión: teníamos que empezar a hacer algo de trabajo y NO OLVIDAR, es por ello que en el 2012, hice la pieza see / saw. Mira, estas líneas también son el see / saw, la memoria… odio los unísonos, usualmente nunca hago danza con unísonos, pero sólo esta vez quise usarlos

M. ¿Por qué?

MI. Muchas compañías usan el unísono, yo sé que el unísono es más energía…

M. Pero ¿por qué decidiste usarlo esta vez?

MI. … Porque demasiadas personas murieron al mismo tiempo…por eso usé el unísono… y también hubo muchos gritos


Nibroll está en un proceso de no olvidar


M. ¿Cómo reaccionó la gente joven cuando vio esta pieza?

MI. Jóvenes y viejos creo tuvieron la misma reacción: presentamos el performance un mes en Japón y la audiencia lloraba y regresaba nuevamente… más de 10,000 personas murieron. 2012 fue más como una audiencia triste, pensaban que nunca olvidarían Fukushima y en 2014 presentamos nuevamente este performance en Kanagawa, y ya la gente sólo recordaba, no lloraba. Mucha gente ya había olvidado lo que sucedió en 2011. Mi sensación es que la gente olvidó esto muy rápido aunque no vivieran en Fukushima

M. ¿Y pensabas que esto sucediera así, esta falta de memoria?

MI. Mmm… sí, esta memoria, mi opinión… no sé –se queda pensativa– No podemos encontrar nuestras respuestas y piensan que es mejor sólo continuar… sólo continuamos.

M. ¿Por qué?

MI. Ah… es difícil Aaaah… Para mí… yo no quiero olvidar marzo 2011, porque vi muchas cosas… En ese tiempo yo estaba en Corea, sólo había regresado a Japón para dar unos talleres 2 días después del terremoto y fue después de un mes cuando fuimos a la región de Tōhoku, Fukushima y vi, estaba muy sorprendida, todo había desaparecido, es muy fácil decirlo pero en la mente es muy complicado y yo sólo continuaba pensando por qué la gente murió, por qué vino el Tsunami, por qué… todo el tiempo las mismas preguntas,

Los problemas de Japón… pero no sólo esto pasó, todo está conectado, por ejemplo, el islam, mucha gente es asesinada y… ahora sólo continúo pensando en estas conexiones.

Creo que muchos cambiamos (a partir de marzo 2011), más allá de la memoria, creo que antes muchos japoneses pensaban que el futuro era mucho más “luminoso” que como ahora lo piensan…


estaba muy sorprendida, todo había desaparecido, el lenguaje, decirlo es muy fácil, pero en la mente es muy complicado


Para el futuro, Nibroll tiene una nueva producción en el Setagaya Theatre: “Siempre al principio, no quiero empezar un nuevo proyecto, me resisto… pero como miembro de Nibroll es excitante el trabajo”.

Es tarde y tengo que volver a Kioto. Mikuni ofrece llevarme en su bici a la estación más cercana, y en el trayecto, vamos riendo a carcajadas por el esfuerzo de sortear a todos los estudiantes caminando por las calles, para no estrellarnos con ellos. Llegamos a la estación y nos despedimos. Camino hacia el andén y pienso sobre la memoria a través del cuerpo, de la danza, siguen resonando en mí, las palabras de Yanaihara en la entrevista. Me siento profundamente conmovida. Lloro. Llega el tren y parto.

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